Hace más de 10.000, el hombre comenzó a cultivar y usar el cáñamo, como fuente de alimento, medicina y para fabricar fibras textiles. Pero no es hasta 4.000 años más tarde, que comenzó a extraerse el aceite de las semillas de cáñamo, de forma habitual.
¿Por qué entonces no hemos empezado a oír hasta ahora, sobre los beneficios del cáñamo? Años de desinformación y confusión han llevado a nuestra cultura a relacionar el cáñamo con la marihuana recreacional, creando un tabú injusto sobre una planta tan útil.
Los beneficios del cáñamo ya eran explotados por culturas antiguas, por lo que no resulta extraño que hubiese distintas formas de usarlo, siendo una de ellas el aceite de semillas.
¿Cómo se extrae el aceite de las semillas de cáñamo?
Para extraer el aceite de las semillas de cáñamo, primero hay que recolectar las semillas. Cuando éstas se tornan marrón oscuro y se endurecen, es el momento de recogerlas de la planta.
Después se separan las semillas del resto de la planta, retirando la cáscara, hojas y restos de materia verde.
Una vez limpias, se prensan en frío. A través de los procesos de extracción y extrusión, el aceite se separa de las cáscaras. Durante el prensado, la temperatura del aceite no supera los 50° C, lo que permite mantener todas sus propiedades intactas. Después se filtra y se envasa. El color del aceite de cáñamo varía entre verde claro y oscuro, y tiene un agradable sabor a frutos secos.
Usos del aceite de semilla de cáñamo.
Debido a sus efectos beneficiosos, el aceite de cáñamo se usa en crudo, principalmente como suplemento alimenticio. Puede usarse para condimentar ensaladas, en batidos, sopas frías, etc. No es recomendable su uso cocinado, ya que se quema rápidamente y puede producir toxinas perjudiciales para la salud. Este aceite posee un alto valor alimenticio y sus nutrientes se absorben mejor que los de otros aceites.
Uso capilar
Pero no solo puede usarse como un suplemento alimenticio, sino que también tiene amplios usos en cosmética. Usado en el cuero cabelludo, el cabello se vuelve más fuerte, hidratado, brillante, elástico y menos susceptible a la caída. También disminuye los picores, la sequedad y la formación de caspa.
Uso dermatológico
El aceite de cáñamo también puede ser usado sobre la piel, nutriéndola y ayudando a solucionar problemas dérmicos:
– Hidrata y mantiene la humedad en pieles secas. Es un agente hidratante ideal también para pieles grasas, ya que no satura los poros, ayudando así a inhibir la aparición de acné.
– Reduce las arrugas.
– Calma las molestias de la piel irritada.
Valor nutricional y componentes activos del aceite de cáñamo
Muy apreciado por su alto valor nutricional, los componentes activos más destacables del aceite de cáñamo son:
– LA o Ácido linoleico, que es un ácido graso esencial, de la serie Omega 6, que ayuda a reducir los niveles de colesterol y materia grasa en el organismo.
– ALA o Ácido alfa-linoleico, más conocido como Omega 3, que ayuda a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
– GLA o Ácido gamma-linoleico, otro ácido esencial, indispensable para mantener la salud general del organismo en niveles óptimos.
Los ácidos grasos esenciales son imprescindibles en nuestra dieta y en la de nuestros peludos, ya que no se producen de forma natural por nuestro organismo.
Se aconseja su consumo con el estómago vacío, para facilitar la absorción de todos los nutrientes que contiene. Una cucharada de aceite de cáñamo al día, es suficiente para cubrir las necesidades diarias de ácidos grasos esenciales.
Comparando el aceite de cáñamo con el aceite de pescado.
Aceite de cáñamo.
El aceite de cáñamo está compuesto, en un 85% en ácidos grasos esenciales. Su contenido en ácidos grasos saturados es muy bajo, lo que lo convierte en un aceite de muy fácil digestión y tiene efectos antioxidantes.
También contiene minerales como magnesio, calcio, potasio, hierro, fósforo y zinc, así como vitaminas E y D.
Gracias a los compuestos fenólicos propios del cáñamo, su uso ayuda a aliviar la inflamación y elimina los radicales libres de nuestro organismo.
Además, el cáñamo es ecológico, ya que no necesita de pesticidas o productos químicos durante el cultivo.
Aceite de pescado.
En cuanto a los aceites de pescado, se compone principalmente de aceite procedente de pescados grasos, como el salmón, atún, sardinas… Contiene ácidos grasos EPA y DHA, pero el Omega 3 que contiene no está producido por el organismo de estos peces, sino que lo acumulan tras la ingesta de algas u otros peces.
La proporción de ácidos grasos Omega, en el caso del aceite de pescado, no es tan equilibrada como la proporción de estos mismos ácidos en el aceite de cáñamo, por lo que sería necesario acompañar el aceite de pescado con otros complementos alimenticios que añadan los ácidos grasos que le faltan.
En los últimos años se ha generado cierta preocupación por la cantidad de metales pesados que se está encontrando en algunas variedades de pescados, por lo que se está recomendando reducir el consumo de pescado azul.
Por último, el aceite de pescado pierde propiedades más rápidamente que el aceite de cáñamo, que tarda más tiempo en ponerse rancio. Al estropearse, el aceite de pescado cambia radicalmente de sabor y deja de ser beneficioso para el organismo.
¿Es lo mismo aceite de cáñamo que aceite de CBD?
El CBD o Cannabidiol es un componente del cáñamo (o Cannabinoide). Es el principio en el que se basa la medicina cannábica actualmente.
Los aceites de CBD suelen formularse añadiendo cannabinoides a un aceite portador, que no tiene por qué ser aceite de cáñamo. Puede ser aceite de coco, de pescado, de oliva…
El aceite de cáñamo se extrae mediante la presión en frío de las semillas. Sin embargo, en el caso del CBD, para proceder a la activación de los cannabinoides es necesario realizar un proceso llamado “descarboxilación”, que consiste en el carbonizado a baja temperatura de los tallos y hojas, usados como materia prima. Para extraer el CBD de la materia verde, se llevan a cabo otros procesos químicos, en los que intervienen sustancias externas como el alcohol o el CO2.
La concentración de cannabinoides en un aceite de cáñamo es menor que en un extracto de CBD. Podemos decir, que lo que conocemos como aceite de CBD es un concentrado de cannabinoides, diluidos en un aceite portador.
Que el aceite de CBD muestre sus beneficios con más inmediatez, no significa que podamos obtener esos mismos beneficios a través del consumo diario de aceite de cáñamo.
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