Si hay algo que nuestros peludos amigos adoran, es que pasemos tiempo con ellos, paseando, recibiendo mimos en el sofá o jugando con sus juguetes favoritos. Adorables peluches, pelotas, juguetes rellenables… hay todo un mundo de juguetes de colores vistosos y monísimos donde elegir. Entonces… ¿Por qué deberíamos probar con un sencillo juguete de cuerda de cáñamo? Sigue leyendo y entenderás por qué el cáñamo es el material ideal para los juguetes de nuestros perros y gatos.
Son muy resistentes
Las fibras de cáñamo son fuertes y resistentes, a la par que suaves al tacto. El cáñamo se ha usado durante años para fabricar desde cabos, redes de pesca, velas navales y papel, hasta fibras textiles y calzado (sí, la suela de las alpargatas también es de fibra de cáñamo).
Es muy resistente a la humedad, por lo que también sirve para fabricar materiales de construcción y elementos aislantes. Desde hace siglos, se utiliza en la fabricación de ciertas partes de barcos y embarcaciones (las tres carabelas que llegaron a América llevaban velas de cáñamo). Y desde hace unos meses, Porsche está diseñando un modelo con cáñamo en la carrocería.
Así que ya puede tu perro tirar fuerte de la cuerda, que no la va a romper.
Son naturales
Al contrario de la mayoría de juguetes que podemos encontrar en el mercado, los juguetes de cáñamo no contienen plásticos, pinturas u otros materiales que puedan ser tóxicos para nuestros peludos. Así que si tu peludillo se emociona y se come un trozo del juguete, no tendrás que preocuparte porque le siente mal o le provoque una intoxicación.
Son sostenibles
El cáñamo es uno de los cultivos más sostenibles del planeta. Los campos de cáñamo controlan la erosión de la capa superior del suelo, mientras aportan nutrientes, por lo que no desgastan la tierra de los minerales necesarios para su crecimiento.
El tiempo de cosecha oscila entre las 12 y las 14 semanas, lo que permite unos cuatro cultivos anuales. No necesita condiciones climatológicas específicas: puede crecer en lugares secos o en altitud elevada. Su rendimiento supera ampliamente el rendimiento de otros cultivos como el lino o el algodón. Y lo más importante, absorben cuatro veces más CO2 que los árboles.
Además, en lo que se refiere a su tratamiento como fibras textiles, su transformación necesita mucha menos agua que el algodón, además de ser 100% biodegradable.
Son ecológicos
El cáñamo es un cultivo ecológico regulado, que establece que las genéticas disponibles no pueden producir más de 0.3% de THC. Por eso, las semillas que se utilizan para su cultivo, deben estar entre las genéticas permitidas en la UE. En los cultivos de cáñamo no se usan insecticidas ni pesticidas, ya que es una planta fuerte y muy resistente a las plagas.
Por otro lado, del cáñamo se puede fabricar papel y otros sustitutos de la madera, que podrían ayudar a frenar la deforestación en todo el planeta.
Son apetecibles y funcionales para nuestros peludos
Cómo sabemos, perros y gatos no se guían principalmente por la vista, si no por el olfato. El olor que desprenden los juguetes de cáñamo es un olor muy natural, muy “de campo”, que a ellos les llama mucho la atención y les encanta. Y no solo el olor del cáñamo. Todos los juguetes naturales (astas, bolas de lana, juguetes de cuero…) tienen olores que nuestros chicos adoran.
Un juguete de cuerda de cáñamo no sólo sirve para compartir buenos ratos con nuestros perros y gatos. Una buena cuerda de cáñamo puede tener entretenido a nuestro perro durante un buen rato, y que después queden cansados, satisfechos y preparados para una buena siesta, así que son perfectos para dejárselos si tienen que quedarse solos en casa.
También los juguetes de cuerda de cáñamo ayudan a limpiar el sarro de los dientes, así que contribuyen a la salud dental general de nuestros perros y gatos. También refuerzan la dentadura y al ser suaves, no producen heridas o cortes en la boca.
Quizás no sean los juguetes más coloridos, pero son los más seguros y atractivos para nuestros mejores amigos.
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